LA EXPLOTACIÓN DE LA
MADERA.
En los
últimos años la expansión comercial y la necesidad de madera para la construcción de
naves, guerras,
traviesas para la red ferroviaria,
producción de carbón vegetal, etc. hizo que Europa iniciara
una temprana deforestación de
sus bosques y la consiguiente explotación de los bosques de las nuevas
colonias.
En lugar de
la gestión tradicional
sostenible de los bosques por las comunidades locales han aplicado y aplican
criterios rentabilistas, que hacen retroceder el bosque en provecho de
intereses de las grandes industrias.
En los
países emergentes, la leña es el combustible de los pobres, la baja capacidad
adquisitiva impide el consumo de combustibles fósiles.
CONTAMINACIÓN AMBIENTAL
Con los
avances de la sociedad y la globalización mundial, se han alterado los flujos
naturales de elementos y compuestos, que, casi siempre, consiste en la aceleración de los mismos, tiene
como consecuencia habitual el aumento en el aire, el agua y el suelo de las
concentraciones de sustancias peligrosas para la salud de las personas y seres
vivos en general, sustancias que conocemos como "contaminantes".
Aparte de
contaminantes masivos, como los compuestos de azufre, nitrógeno y fósforo, y
otros derivados de ellos, es notable el aumento de contaminantes de los metales pesados
(plomo, mercurio,
cinc, cadmio, cobre,
cromo) y compuestos
orgánicos de síntesis no
existentes en la Naturaleza y que, por este motivo y por su relativa
inactividad química,
tienden a acumularse en los lugares más diversos.
RECURSOS ALIMENTARIOS
Los recursos
alimenticios básicos de la Humanidad, los cereales y el pescado, muestran
claros signos de
no poder satisfacer las necesidades crecientes de una población en aumento.
Mientras que la producción mundial de cereales ha ido creciendo más o menos
linealmente desde 1950, en los últimos años se ha producido un estancamiento en
la producción por los cambios climáticos. En el caso de la pesca, el declive
del consumo per cápita se irá haciendo evidente, porque las capturas mundiales
alcanzaron en torno a
1990 los 100 millones de toneladas anuales, lo que se considera el rendimiento
sostenible máximo, mientras que la población seguirá aumentando. Si se consigue
sobrepasar este límite de capturas, será a costa de un agotamiento generalizado
de las pesquerías, cosa que ya ha sucedido en numerosos lugares.
DESTRUCCION DE LA BIODIVERSIDAD
Se estima
que, en la actualidad se extinguen por la acción humana
(destrucción de hábitats, invasiones biológicas, contaminación y
caza o recolección) unas 5.000 especies al año, lo que es casi 10.000 veces
superior al ritmo natural de extinción.
La pérdida
de una especie supone la pérdida irreversible de una combinación genética única,
además de las repercusiones sobre el ecosistema en
el que habitaba.
Si las
actuales predicciones sobre el crecimiento de la población resultan acertadas y
si los modelos de
actividad humana no cambian, la ciencia y
la tecnología podrían verse incapacitadas para evitar una irreversible
degradación del medio ambiente y la pobreza definitiva
para buena parte de la población mundial
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